Síndrome compartimental del antebrazo
Síndrome compartimental

El antebrazo tiene 19 músculos diferentes que son importantes para la función del codo, la muñeca y la mano. Estos músculos se agrupan en compartimentos. Si los músculos no se pueden recuperar correctamente después de una actividad, la presión en el compartimento correspondiente aumenta demasiado y aparecen síntomas complejos. Esto es lo que se conoce como síndrome compartimental.

compartimentos del antebrazo

El Síndrome compartimental se divide en dos tipos: crónico y agudo.

Descripción de la afección

Los compartimentos son grupos de músculos, vasos sanguíneos y nervios que están rodeados por una membrana de tejido conjuntivo (fascia). Una fascia no puede estirarse, por lo que cuando se hincha, aumenta la presión en dicho compartimento. Esto puede causar daños al tejido del compartimento,

reducirá el riego sanguíneo y, por tanto, disminuirá la oxigenación de los músculos. Esto reduce la capacidad de recuperación del tejido del compartimento y crea un círculo vicioso: como la capacidad de recuperación de los músculos no es tan buena, hay más tensión que, a su vez, provoca hinchazón, etc.

Causa y origen

El síndrome compartimental crónico del antebrazo es una afección que se observa en actividades deportivas que requieren mucha fuerza muscular estática. La fuerza muscular estática es la tensión de los músculos sin que se produzca ningún movimiento. Para el antebrazo, se trata principalmente de pellizcos. Esto puede incluir deportes como el motocross, la gimnasia, el alpinismo y la escalada deportiva. Esta es la causa relacionada con el deporte. Si se realizan muchos movimientos de pellizco en la vida cotidiana, por ejemplo recortar setos, también puede producirse esta afección.

Como se ha descrito, esto se debe al aumento de la presión en un espacio cerrado. En el síndrome compartimental agudo, esto puede ocurrir como resultado de la inflamación tras una fractura ósea. También puede producirse con escayolas de larga duración, porque el antebrazo no se mueve durante mucho tiempo y el líquido no puede drenarse correctamente, de modo que la presión se mantiene demasiado alta.

Signos y síntomas

El síndrome compartimental crónico se manifiesta principalmente como un dolor creciente de tipo calambre. La sensación de calambres y/o dolor está presente, sobre todo cuando se somete a tensión estática. Puede haber pérdida de fuerza y hormigueo en el antebrazo y en todos los dedos. Cuando se toca (palpa) el antebrazo, se siente más duro debido al aumento de la tensión muscular. En el síndrome compartimental crónico, los síntomas desaparecen unos minutos (0-15 min) después de un esfuerzo.

Si los síntomas de tensión y calambres persisten, se habla de síndrome compartimental agudo. Los síntomas del síndrome compartimental agudo son:

  • Antebrazo hinchado
  • Aumento visible de la tensión muscular
  • Piel rosada o enrojecida en el antebrazo
  • Hormigueo
  • Pérdida de sensibilidad
  • Pérdida de fuerza
  • Aumento de la presión dentro de uno o más compartimentos (al medir la presión)

Diagnóstico

El diagnóstico del síndrome compartimental se realiza principalmente sobre la base del relato del paciente, preguntas específicas y un examen físico. En caso de sospecha de síndrome compartimental, puede realizarse una medición de la presión para determinar la presión en el compartimento en cuestión. Esto es especialmente útil en caso de síndrome compartimental agudo.

En caso de sospecha de síndrome compartimental agudo, es necesario actuar con rapidez para evitar la necrosis. Se debe medir la presión para determinar el nivel de presión y las posibles opciones de tratamiento.
En caso de síndrome compartimental crónico, esta medición de la presión es menos útil porque los síntomas desaparecen en pocos minutos.

Tratamiento

El tratamiento del síndrome compartimental crónico consiste principalmente en reposo, posiblemente antiinflamatorios, y fisioterapia para orientar y ayudar a reducir la presión.

En caso de síndrome compartimental agudo, el tratamiento depende del grado de presión, pero a menudo requerirá una intervención quirúrgica para normalizar la presión compartimental. Esto implica cortar la membrana de tejido conjuntivo, lo que reduce directamente la presión dentro del compartimento. La rehabilitación posterior tiene como objetivo la recuperación de cualquier tejido dañado y la mejora de la función de la mano/brazo. Si se daña poco tejido, es posible reanudar las actividades deportivas al cabo de 4-6 semanas.

Si hay signos de necrosis, es importante la intervención quirúrgica en un plazo de 6 horas para minimizar el daño nervioso. Estos fenómenos intensos y rápidos se producen principalmente tras una fractura o un traumatismo importante (accidente) en el antebrazo. Afortunadamente, esta forma aguda es poco frecuente.

Ejercicios


Puede comprobar sus síntomas mediante el reconocimiento fisioterapéutico en línea o pedir cita en una consulta de fisioterapia de su zona.

Referencias
Bahr, R. (2012). The IOC Manual of sports injuries. International Olympic committee, Wiley Blackwell.
Brukner, P. & Khan, K. (2016). Clinical sports medicine (Nederlandse bewerking). 4th edition. Michel van Troost. PreVision, Eindhoven.
Heemskerk, V.H., Hulsewé, K.W.E., Stroeken, H.J.G. & Hoofwijk, A.G.M. (2004). Het acute compartimentsyndroom van de arm. Ned Tijdschr Geneeskd 2004 6 november;148(45).

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